Muchos son los caminos que puede tomar una compañía. Pocos son los que llevan al éxito. Es por eso esencial conocer los conceptos fundamentales que, si no aseguran, al menos facilitan alcanzar triunfo empresarial. En este sentido, destacan la imagen y posicionamiento de empresa. Son dos ideas estrechamente relacionadas pero diferentes, que exigen un tratamiento detallado y un conocimiento profundo por todo aquel que se adentre en el mundo del emprendimiento y desee alcanzar popularidad.

Por esta razón, vamos a dedicar el presente artículo a conocer qué son exactamente estos conceptos y cómo trabajar en ellos, poniendo especial interés en uno de sus aspectos fundamentales: la Responsabilidad Social Corporativa.

¿Qué es la imagen y posicionamiento de empresa?

Te hemos comentado que imagen de marca posicionamiento empresarial son dos conceptos próximos entre sí pero no completamente iguales. Es por ello necesario realizar un tratamiento diferenciado de cada uno de ellos.

Así, por una parte, se denomina imagen coorporativa al conjunto de representaciones mentales o atributos que un individuo percibe de una determinada compañía. Es decir, refiere a todas aquellas ideas, concepciones, representaciones, atribuciones, características y sensaciones que, en la mente de un individuo, aparecen ligadas a una determinada empresa.

Por otro lado, el posicionamiento de empresa es el conjunto de estrategias, acciones y herramientas de las que una empresa hace uso para mejorar su propia imagen corporativa. He ahí donde radican las relaciones entre ambos conceptos. Todo aquello que, a través de campañas de publicidad, estrategias de márketing o acciones de cara al público, permiten construir una imagen de la empresa que consiga fidelizar al cliente.

La clave de toda la cuestión se encuentra, por tanto, en ser capaz de construir una empresa cuyos atributos sean claramente diferenciadores con respecto a la competencia.

La construcción de la imagen corporativa: el diseño gráfico

Un aspecto fundamental en relación con la cuestión que aquí estamos tratando es el de la identidad de la compañía. Es imposible que una compañía construya una imagen empresarial si no cuenta previamente con una identidad claramente discernible para el consumidor.

Elementos como el logotipo, los colores, la música o las frases repetitivas y pegadizas contribuyen a dar solidez identitaria a la compañía, para que pueda ser rápidamente reconocida por los potenciales clientes. Es decir, antes de que una empresa cuente con una imagen de, por ejemplo, solidaria o competente, ha de contar con un nombre, color y logotipo al que poder atribuir, en la mente del individuo tales atributos.

He aquí donde entran en juego herramientas tan relevantes como como la 

ilustración 

y el diseño gráfico. Solo ese tipo de servicios, siempre que sean prestados por profesionales en el sector, serán suficientes como para dar contenido a la identidad empresarial, de manera que pueda pasar a ocupar un determinado espacio en la mente del potencial cliente.

De esta manera, se entiende que el proceso de construcción de imagen corporativa exige superar diversos puntos y obstáculos que han de ser enfrentados de forma ordenada y cronológica, con tal de llevar las estrategias a buen puerto.

Un nuevo elemento diferenciador: la Responsabilidad Social Corporativa

Hay un concepto estrechamente relacionado con la cuestión a la que aquí estamos refiriendo. Se trata de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Es un concepto cuyo núcleo duro gira en torno a la posibilidad de crear una imagen de empresa socialmente responsable.

Es decir, de todo lo que hemos dicho se deriva que, una vez una determinada marca cuenta con identidad, es necesario ligarle atributos para mejorar su posicionamiento. Pues bien, uno de los elementos que, tal y como han comprobado los expertos en márketing, contribuye en mayor medida a mejorar tal posicionamiento es, precisamente, la RSC. 

Así, la Responsabilidad Social Corporativa puede ser definida como aquella responsabilidad que toda compañía tiene para con el medio ambiente y la sociedad. Por tanto, proyectar una buena imagen de RSC consiste en dar a entender que tal compañía contribuye activa y voluntariamente al mejoramiento ambiental, social y económico que le rodea. Esto ha de hacerse mediante actuaciones que van más allá de lo estrictamente marcado por las normas y mediante financiación obtenida directamente de los beneficios propios de la empresa.

Conseguir que la imagen de la marca incluya, en la mente de los consumidores, un cuidado especial de la RSC tendrá como consecuencia directa y garantizada, una mejora en el posicionamiento de la empresa que repercutirá en un aumento de ventas.

En conclusión, ya ha podido ver que trabajar sobre la imagen y posicionamiento de empresa resulta fundamental en el ámbito empresarial. Siendo esto así, resulta altamente recomendable recurrir a los servicios de empresas profesionales con experiencia de éxito demostrable que puedan contribuir a la correcta creación de la imagen corporativa. Por esa razón, te animamos a que 

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